Desde su sede en el Parque Tecnológico de Asturias, Nanovex Biotechnologies desarrolla soluciones basadas en nanotecnología que ya están presentes en más de 30 países. Fundada en 2014 como spin-off de la Universidad de Oviedo por Rebeca Alonso y Daniel Pando, la empresa nació con un objetivo claro: “aplicar los avances en nanotecnología al ámbito médico, especialmente en el desarrollo de sistemas de liberación controlada”.
Aquel proyecto con vocación investigadora ha evolucionado hacia un modelo consolidado de innovación y transferencia tecnológica. Hoy, Nanovex combina el trabajo científico con una fuerte proyección internacional y una estructura empresarial sólida.
Sus desarrollos se articulan en tres grandes líneas. La primera se centra en medicina, con nanovesículas para la liberación dirigida de fármacos que “aumentan su eficacia, reducen las dosis necesarias y minimizan efectos secundarios”. La segunda, desde 2017, es la división cosmética INdermal, especializada en encapsular activos en sistemas como liposomas o exosomas para mejorar su absorción y estabilidad. “Logramos incrementar hasta veinte veces la eficacia del activo en relación al activo sin encapsular”, destacan. Allí aplican esta tecnología a activos antiedad, anticaída del cabello o para pieles sensibles, con una absorción más profunda y sostenida.
La tercera línea está centrada en proyectos personalizados. “Colaboramos con universidades, hospitales y empresas nacionales e internacionales para desarrollar soluciones a medida”, explican. Es aquí donde la flexibilidad y la capacidad técnica del equipo les permiten ofrecer respuestas rápidas a necesidades específicas.
Nanovex ha dejado de ser solo un laboratorio de I+D para convertirse también en un socio tecnológico clave para marcas internacionales.
Uno de sus proyectos más innovadores ha sido la aplicación de tecnologías basadas en ARN mensajero para cosmética. “Esta tecnología, conocida por su papel en las vacunas COVID-19, permite codificar proteínas de interés que se expresan directamente en la célula, y en cosmética puede usarse para inducir procesos reparadores o rejuvenecedores a nivel celular”.
También han desarrollado sistemas para liberar activos específicamente en el folículo piloso, abriendo nuevas vías para el tratamiento de la alopecia o aplicaciones dermatológicas de precisión. En paralelo, continúan explorando nuevos sistemas de liberación “que no solo mejoran la penetración cutánea, sino que también abordan tendencias emergentes como el envejecimiento saludable (‘skin longevity’), la cosmética regenerativa y la personalización de tratamientos”.
Todo esto se está haciendo desde Asturias. “Estar en el Parque Tecnológico de Asturias ha sido sin duda una ventaja estratégica”, aseguran. Las infraestructuras, la cercanía a centros de investigación, el acceso a talento cualificado y las posibilidades de colaboración han sido fundamentales en su crecimiento.
En el horizonte inmediato, Nanovex se marca varios objetivos: expandir su presencia internacional, consolidarse en el mercado estadounidense, lanzar nuevas líneas de productos cosméticos bajo la marca INdermal, desarrollar nuevas alianzas estratégicas y ampliar su capacidad de producción, sin perder su foco en la I+D.
Como empresa asturiana con vocación internacional, lanzan un mensaje a quienes quieren emprender desde la región: “Sí, se puede emprender desde Asturias y tener un impacto global”. La clave, aseguran, está en “la combinación de talento, perseverancia y confianza en la I+D como motor de cambio”.

Daniel Pando